3.14.2014

Wolf Prix y su 'Coop'

Wolf Prix, se denomina así mismo y a su equipo como los Rolling Stones de la arquitectura y son los arquitectos asqueados de ver a Palladio en todas partes, y sí, ellos son así, los subversivos, rebeldes y quemadores de maquetas... Aprecio su obra, teoría y trabajo, aunque a veces los veo como un Camaro, un vehículo verdaderamente excepcional pero que no me compraría 


Arquitecto y Arquitectura HOY

Muchos hemos visto como la ciudad de Puebla a crecido a un ritmo muy acelerado y desorganizado, con fraccionamientos y 'guetos' que han hecho que la ciudad de la periferia sea una ciudad del auto, una ciudad descompuesta, mal organizada y desfigurada, sin traza y totalmente desordenada, lo que nos lleva a una ciudad sin ánima y ausente; tal vez la mayoría podría decir: - 'bueno, por lo menos han surgido nuevos barrios con obra arquitectónica interesante y de vanguardia' - pero son muy pocos los ejemplos rescatables y más bien parece que la arquitectura ha pasado a un segundo o tercer plano, donde lo que importa realmente son los desarrolladores inmobiliarios, empresas dirigidas en ocasiones por personas ajenas al gremio, desembocando en está ciudad sin alma y sin vida.

Puebla está lejos de la vanguardia y de la arquitectura internacional, pareciera que 'el dios de la arquitectura' está mas ocupado en lugares como Barcelona, Santiago, Medellín, Shangai, Guadalajara, Brasilia, Queretaro, Bogotá, Londres, Tokio, Mexico DF, etc y a dejado de lado a ciudades como Puebla, que tiene un gran vacío arquitectónico que se ha tratado de satisfacer con dos 'pseudoestilos' que apenas son la pálida sombra de lo que deberían de ser; un falso y muy cargado 'minimalismo' con un parecido más cercano a un Barragán malcopiado, y un estilo 'mexicanizado' con tejas y madera, en donde un sistema constructivo popular se convierte en una costosa decoración de losas inclinadas poblanas, muy versátiles en las tormentas y nevadas árticas que sufre al altiplano mexicano (nótese el sarcasmo).

La ciudad a sufrido el embate de la llamada 'ciudad del capital', que es aquella ciudad en donde el interés económico sobre la construcción, bienes inmuebles, estética, funcionalidad, orden y bienestar social han sido superados por el dinero y la ambiciones de los sectores inmobiliarios; casas baratas para venderlas caras es la premisa, y entre más exótico aparente ser el 'desarrollo' mejor, un vicio que no es exclusivo de Puebla pero aquí a golpeado muy fuerte.

Es momento de que el arquitecto retome la batuta como rector de la arquitectura y la ciudad y haga una revolución arquitectónica, el modelo actual es cada vez más insostenible, y es probable que estemos cerca del colapso, es por ello que invito a los arquitectos a hacer ARQUITECTURA, eso nos ayudará como ciudad, sociedad y a nuestra propia disciplina, quitémonos las cadenas del capital, arriesguémonos, salgamos de la zona de confort y de las sombras donde los gestores del capital nos han colocado, es tiempo de reivindicar la arquitectura y hacer que esta disciplina no esté en crisis, sino que sea la solución de la crisis.